Buscada como néctar que embriaga,
seductora cual canto de sirena,
cualquier brío por tenerte apena,
es torpe como el Golem de Praga.
—
Tu esencia racional es tan vaga
que depresivos suicidas en pena,
hartos de tu malévola condena,
te ofrendaron su vida aciaga.
—
Suelen hallarte como simple cosa:
en crepúsculos frescos de neblinas,
en mimos de una madre amorosa.
—
Te dejas tocar en dosis mezquinas,
eres emocional y caprichosa
para irrumpir, sonetos en ruinas.