Categorías
Literatura

A destiempo

Salim es un genio peculiar y perverso. No reside en una lámpara, sino en una damajuana ordinaria. Concede un único deseo, a cambio de ser devuelto al mar a la caza de nuevos amos.  No consigue (o no quiere) cumplir los deseos a tiempo; por eso un niño iraní recibió su primera bicicleta a los treinta años de edad o un ladrón de bancos escapó de Alcatraz el día de su muerte.

Mi gran desgracia fue desear el amor de Diana a orillas del mar Egeo. Desde entonces vivo atormentado, su fantasma me hace el amor todas las noches.

.

.

.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


*